Gloria Elena Espinoza de Tercero

Gloria Elena Espinoza de Tercero nació en Jinotepe, departamento de Carazo, Nicaragua, el 10 de agosto de 1948. 

Se graduó con honores como profesora de educación media, en la especialidad de Ciencias Sociales (1972) en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Allí mismo, siempre con honores, obtuvo la licenciatura en Ciencias de la Educación, especialidad de Ciencias Sociales (1976). Es fundadora y miembro de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE), Miembro de Número de la Academia Nicaragüense de la Lengua y Correspondiente de la Real Academia Española (RAE), así como Hija Dilecta de la ciudad de León.

Actuación: actuó en las obras farsa del Cornudo apaleado y contento (Cuento 77 del Decamerón, de Bocaccio) e hizo de Brunela en la Fablilla del Secreto bien guardado (Alejandro Casona) con el Atelier del Teatro Rubén Darío y la dirección de Alberto Icaza, en el auditorio Ruiz Ayestas de la UNAN, en León y la Escuela de bellas artes de Managua, en septiembre de 1967. Fue Ayola (1971) en Doña Rosita la soltera (Federico García Lorca), con la misma compañía y dirección, en el Teatro Nacional Rubén Darío. En diciembre de 1972, realizó el papel de Fifí en la Chinfonía burguesa (Joaquín Pasos y José Coronel Urtecho), con la dirección de Luis Martínez Concepción.

Dirección: Los árboles mueren de pie (Alejandro Casona) y Chinfonía burguesa, en 1975, y Cuidado con la Suegra (producción propia) en 1976, con el teatro estudiantil del colegio La Asunción de León. Asimismo, en 1977, con el teatro de las exalumnas del colegio La Asunción de León Los clavos de plata (adaptación del sainete escrito por Nicolás Bela) y La Petenera (Salvador Cabello); y adaptó y dirigió La viuda alegre (música del compositor austrohúgaro Franz Lehár y libreto de Víctor León y Leo Stein), con el teatro de las exalumnas del colegio Pureza de María de León. En 1980, volvió a dirigir el teatro estudiantil del colegio La Asunción de León con La reyna de la basura (obra de creación colectiva).

Ensayo y presentaciones: En 1996, Breve Historia de la Plástica Leonesa (Editorial Universitaria UNAN-León), única monografía local del desarrollo artístico de Nicaragua, en la que retoma la obra de los grandes maestros leoneses, los pintores emigrados hacia otras ciudades y los residentes, para finalmente presentar las escuelas de la UNAN, en León, 1968; la muralista y la primitivista (de la que ella formó parte); El ritual de la presentaciones: Una historia de vínculos y filiaciones en Gloria Elena Espinoza de Tercero (Jorge Chen Sham, editor, Ediciones Pensar, 2023). Próximamente, Voces y visiones: rostros de la imaginación nicaragüense.

Novelas: La casa de los Mondragón (Editorial Universitaria UNAN-León, 1998). El sueño del ángel (2001) ganó el premio Nacional de Literatura FUNISIGLO 2001-Distribuidora Cultural, en la rama de novela corta. Túnica de lobos (Centro Nicaragüense de Escritores, 2005). Conspiración (Centro Nicaragüense de Escritores, 2007). Aurora del Ocaso (Editorial Universitaria UNAN-León, 2009). El Sinnombre (Editorial Universitaria UNAN-León, 2018).

Dramas: Gritos en silencio (Editorial Universitaria UNAN-León, 2006), que contiene las obras: Desesperación, Espinas y sueños, y El Espantapájaros; Stradivarius (Distribuidora Cultural, 2007); Noche encantada (Editorial Universitaria UNAN-León, 2008); Sangre atávica (Editorial Universitaria UNAN-León, 2009); Loa al inmortal (Editorial de la Universidad del Sur, Bahía Blanca, Argentina, 2015); Imaginarius y Teatro reunido (Academia Nicaragüense de la Lengua, 2018).

Cuento: El mundo de Cuxi (Editorial Universitaria UNAN-León, 2011).

Gloria Elena Espinoza de Tercero es una escritora que experimenta en forma continua a través del uso de diferentes tipos de géneros, discursos, personas y tiempos narrativos, hasta llegar a cuestionar profundamente el papel del narrador y su relación con el autor. León es el motor de su universo narrativo. Se enfoca en una perspectiva que destaca las casas solariegas y sus linajes enraizados en la Nicaragua colonial, así como los sectores de la clase media e intelectual que viven de su esfuerzo creativo y económico. En esta geografía, los criados y los pobres, aunque presentados con un gran calor humano y efecto estilístico, no son los sujetos de la realidad nicaragüense; a no ser por don Fito, personaje paradigmático quien, como el loco cuerdo de nuestra tradición occidental, se mueve horizontalmente y logra traspasar las jerarquías en las relaciones sociales.

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