Carta de Blanca Ramos a Ernesto

17 de abril 2019

Querido “Pater”.

De adolescente me tocó vivir la lucha contra una gran dictadura. En mis últimos años de colegio e inicio de Universidad empecé a trabajar con el padre Fernando Cardenal SJ, y en el grupo comentaban del poeta trapense hermano de Fernando, y desde entonces se despertó en mí una grandísima inquietud por el monje místico que vivía en Solentiname, el trapense revolucionario.

Escuchábamos el Salmo l “Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido… etc. Y eso me transportaba a Solentiname, al místico, al monje trapense, eso era para mí Solentiname.

Pasaron los años y cuando la Revolución Sandinista perdió las elecciones, muchos cristianos que habíamos participado en esa utopía, nos encontramos perdidos, sin esperanza. Fue entonces que el padre Fernando nos convocó a un grupo de “Cristianos en la Revolución”, a celebrar con él en la capilla de la UCA, la Eucaristía dominical. Fue allí donde este Dios-Amor obró el milagro. Fernando me pidió que le dijera a usted que nos acompañara a la misa, yo emocionada le trasmití la invitación de Fernando, usted muy contento aceptó participar y desde entonces nos acompañó todos los domingos al encuentro con el amado. Así llego usted a mi vida padre Ernesto.

En nuestra comunidad San Romero de América, el grupo se ha turnado para llevarlo los domingos a misa donde nos encontramos, viejos y jóvenes, con usted que no solo había perdido su “revolución”, sino también su vida de sacerdote activo. Poco a poco nos convertimos en amigos que nos encontrábamos ya no solo lo domingos, sino cada vez que la ocasión nos lo permitía, despedir amigos, dar la bienvenida a nuevos participantes, en fin, a veces solo por el gusto de estar con usted.

Mi amistad con usted, padre Ernesto, ha sido una de las más bellas etapas de mi vida. Le agradezco los momentos que compartimos, las misas dominicales en la UCA, las misas concelebradas en su casa, las  comidas en grupos donde usted y nosotras disfrutamos tanto, hacíamos toda una planificación de dónde ir y qué comer, siempre usted eligió el menú. Fui feliz viéndolo disfrutar de su almuerzo, y de su especial compañía; grandes conversaciones acompañaban el disfrute de esos almuerzos.

Yo sabía de usted, ya lo dije antes. Para todo aquel que se precia de amar lo bello, usted es su referente de la gloria divina: EL AMOR A DIOS.

Tener su cariño ha sido mi regalo del Dios-Amor, de ese Dios que solo a través de sus libros descubrí: “Vida en el Amor” y “El telescopio en la noche oscura” son mi referente del amor a Dios en todo y cada uno de los detalles de la vida.

El amor vivido por usted, con su vida sencilla, y directo siempre amando su soledad porque en ella se encontraba acompañado. Usted ha vivido entregado totalmente al Dios-Amor, un místico de carne y hueso. Jamás creí que llegaría a tenerlo cerca, admirarlo, quererlo y a la vez recibir su amistad y cariño por tanto y tanto que he recibido de usted. Gracias, mi amado padre Ernesto, por acercarme al misticismo.

Pater Ernesto, como siempre le he llamado por cariño, mi sueño desde adolescente se realizó cuando fui invitada a Solentiname a la celebración de su  cumpleaños. Allí le dije “Pater, si existe el paraíso, este es el paraíso”, allí viví tres días de paraíso, Solentiname fue un pedacito de cielo que quedó grabado en mi corazón.

Mi Pater Ernesto, que me mantuvo en vilo durante sus días en el hospital, cuando creímos que se iba para siempre. Pero la fuerza del amor hizo el milagro de devolvérnoslo a la vida. Llena de emoción asistí a su primera misa, todavía en su lecho de enfermo. Pero la gran recompensa fue el día que celebramos la misa en su casa con el padre Moisés.

Su dedicatoria, en el libro “Hijos de las Estrellas” en la que puso: “agradeciendo a Dios que te ha puesto en mi camino”.  Soy yo la que vivo agradecida con Dios por haberlo puesto en mi camino, en mi vida.  Todos los días doy gracias al Señor por su vida, su valentía, por su testimonio de vida que ha movido y comprometido al servicio y al Amor a muchísimas personas en el mundo. Admiro su espíritu rebelde, franco, sincero, luchador inclaudicable, pero su MÍSTICA, su Amor y entrega, su SILENCIO, su vida toda son el mayor testimonio de ese Dios-Amor, ese Dios-justo, luchador, capaz de dar la vida por AMOR.

*

2 de marzo de 2020

 

 (2) Ha dejado grabado en mis pupilas, esos ojitos brillando de alegría y su dulce sonrisa cada día que pasaba saludándole, y me decía: jálate la silla, sentate, ¿qué nuevas me contás?; le hacía un breve resumen de la situación política, le llevaba artículos impresos, usted siempre queriendo estar al día de la política. Otras veces me leía estrofas de lo que estabas escribiendo, y me comentaba que en esas lecturas encontraba la oración. Esa mística cósmica que le poseía me contagiaba, yo quedaba maravillada, usted me platicaba y me explicaba, yo gozaba y me llenaba de ese amor místico entre usted y el amado.

Otras veces, las más alegre y que más disfrutaba, era escoger el día y el evangelio de nuestra misa mensual con su comunidad, concelebrada con el padre Moisés, gozaba y era feliz, preparando una extraordinaria homilía, y eran momentos de una gran enseñanza bíblica y que todos disfrutábamos y aprendíamos algo nuevo. Ese día su sonrisa resplandecía. Era feliz con su comunidad.

Yo jamás salía de su casa sin mi crucecita en la frente, y yo se la hacía a usted, esa crucecita está marcada en mi frente, es indeleble.

Siempre está presente en cada estrella del universo, le amo y gracias a la vida que me dio el regalo de su cariño, su sonrisa y su amor.

“El Paraíso es el Amor, quien vive en el amor de Dios vive siempre en el Paraíso”

“Hija de las Estrellas”

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s